Lucia Santiago Dantes
El Kiosko Magazine
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Audrey (Halle Berry) tiene una vida feliz, dos hijos y un esposo muy comprensivo: Steven (Duchovny). Por azahares del destino, la noche que Steve sale a comprar helado para su niña, se topa con la muerte. Audrey simplemente no lo puede creer y no lo puede aceptar, pero tiene que hacerlo. Así comienza un periodo de crisis e inestabilidad emocional. Durante el sepelio se da cuenta que no le avisó a Jerry (Benicio Del Toro) de la muerte de su amigo de la infancia. Jerry, por su parte fue un abogado quien cayó en el abismo de las drogas. Filmada en Vancouver, que se supone es Seattle, la cinta juega con la idea de dos personas dándose apoyo moral para salir adelante.
El guión está muy bien escrito y juega mucho con el subtexto de la situaciones de los personajes. Por un lado tenemos Autrey quien trata de llenar la ausencia de su marido con la presencia de alguien a quien Steve quizo mucho, su mejor amigo de la infancia. Inclusive trata de ayudarlo, pero está muy claro que ella pone las reglas del juego. Jerry por su parte está en una posición muy difícil y muy frágil al mismo tiempo, por su misma condición.
Sin duda todos sabemos quien es el más fuerte de los dos, pero en un momento de verdades, Audrey confiesa que le gustaría estar en la posición de Jerry, pues no puede cargar con tanto dolor.