Lucía Santiago Dantés
El Kiosko Magazine
Abril 20, 2007
Ted Crawford (Anthony Hopkins) es un ingeniero estructural que se especializa y trabaja en corregir errores aeronauticos para compañías aereas; por consiguiente tiene todo lo que la vida puede ofrecer: un buen trabajo, dinero, posición social y una hermosa esposa. Su vida es perfecta hasta que se da cuenta que su esposa lo engaña. Un día Crawford sale temprano del trabajo, espera a su esposa pacientemente y la mata.
En el otro lado de la ciudad William Beachum (Ryan Gosling) se prepara para dejar su trabajo como fiscal de distrito en Los Angeles, William pronto trabajará para una firma muy poderosa y reconocida. Ese mismo día por aras del destino le es asignado el caso de Ted Crawford. William lo acepta pues no hay nada que hacer ahí, el asesino ha confesado y sólo se trata de hacer algunos trámites burocrático-administrativos. Sin embargo el caso se complica cuando la esposa sobrevive el balazo y el arma homicida no era la que estaba ahí, es más esa arma ni siquiera ha sido disparada. Las complicaciones del caso dejan muy mal parado a William ante en su futuro trabajo y su próxima jefa, con la cual sostiene una relación. Aunque William sabe que Crawford esconde algo, su tiempo se acaba; mientras que su futuro brillante se tambalea junto con sus posibilidades de encontrarlo culpable. Poco a poco se va dando cuenta de lo bien estructurada que está la coartada de Crawford desde el principio y esto lo lleva a darse cuenta que cada coartada tiene su “fractura”.
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