Por Lucia Santiago Dantes
El Kiosko Magazine


Simon (Devon Bostick) se autonombra el hijo sobreviviente de un terrorista que utilizó a su novia embarazada para tratar de hacer volar un avión, siendo Simon el hijo de esa chica años después de que el intento se frustrara. Aunque esto una pieza literaria inventada por el mismo Simon resultado de una lectura de su clase de francés, es gracias a la sugerencia de su maestra, que la lee en clase como si fuera suya y crea una serie de reacciones muy apasionadas tanto en su escuela como por Internet. Así, vemos a Simon en video conferencia con muchas personas, algunos son compañeros de la escuela y otros desconocidos que se han unido al grupo de discusión. Simon también inicia un viaje personal si no redentor, al menos de aclarar y dejar las cosas claras sobre su pasado y la muerte de sus padres en un accidente. La historia como todas las de Atom Egoyan, es buena y siempre tiene un ángulo diferente para sus películas. Adoration es muy al estilo Egoyan donde vemos personajes contemplativos, inmóviles frente a las cámaras, en un estado casi etéreo. Algo que debo darle a Egoyan es el hecho de que en sus películas logra lo que muchos otros no pueden: hacer que sus personajes tomen vida y no se vea como un simple actor sentado frente a la cámara, posando; sino que vemos al personaje dentro del actor cobrar vida. Terreno en el que muchos fallan o se pierden en el intento.