Por Lucía Santiago Dantés El Kiosko Magazine
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Aunque el título apunta a Rachel, la historia gira en torno a Kym (Anne Hathaway) una chica que sale del centro de rehabilitación para drogadictos, para asistir a la boda de su hermana mayor. Tal vez porque a mí no me gusta asistir a bodas, es que no me gustó tanto esta historia. Rachel getting Married es toda una celebración fílmica a este tipo de eventos, donde vemos a la pareja, la familia del novio y la novia, así como las fricciones entre familia y futura familia.
Todo lo vemos desde el punto de vista de Kym. La película abre con ella saliendo del centro, para Kym las cosas no son fáciles, pues tiene 10 años en rehabilitación. Más tarde sabemos que su hermano menor murió ahogado, pero Kym tuvo mucho que ver en el accidente. Rachel por su lado, prepara todo para su boda, pero a horas de la llegada de su problemática hermana ya le está peleando la atención de sus padres. Jeremy Lumet guionista de la cinta, hace hincapié en los matrimonios multiculturales, que cada vez son más comunes, así como las familias que cada día crecen más y son más complicadas debido a los casamientos y divorcios y de nuevo casamientos que de nuevo, son cada vez más comunes.
Lo que le debo de dar crédito al director Jonathan Demme, es que el retrato familiar de la historia es tan completo como creíble, por momentos de ves tan envuelto en el ritmo familiar que sientes que realmente estás ahí entre ellos, conviviendo en los preparativos para la boda.
Como dije, la cinta es buena pero a mí me aburren las bodas. Si tu eres de la onda familiar y bodas, bautizos,15 años etc., seguramente correrás a comprar el DVD y será parte tu colección.
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