The Wrestler

Por Lucia Santiago Dantes
El Kiosko Magazine
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Una de esas películas que te tiene completamente inmerso en la trama las 2 horas que dura. Dice tanto en tan poco tiempo. Mucho de leer entre lineas. Cuenta la historia de un luchador profesional de lucha libre (valga la redundancia) Randy the Ram (Mikey Rourke) venido a menos, a muy menos, tanto que termina viviendo de viejas glorias y de peleas organizadas en gimnasios colegiales. Ya acabado y a 20 años de sus mejores momentos, vemos cómo vive miserablemente con un trabajo de medio tiempo en un supermercado, su casa es un trailer alquilado que muchas veces no tiene ni con qué pagarlo. Aqui muchos dirán es parecida a rocky pero nada que ver. La historia es cruda, retrata una realidad muy apabullante. De un individuo que ha seguido una vida muy diferente a la de los demás y pagó un precio muy alto.

Randy the Ram a pesar de todo, vive para la lucha libre, es su pasión. Un ataque al corazón le hace reflexionar sobre su vida y está en un momento decisivo, en un turning point de su vida. Es entonces que comienza a establecer una conexión mas intensa con una bailarina exótica (Marisa Tomei) quien le aconseja que lo mejor no es empezar una relación con ella, sino buscar a su hija.

Lo que impresiona de la historia es lo bien que está retratado el personaje, su mundo, su persona autodestructiva, su universo o infierno personal, como quieras llamarlo. Es simplemente muy profunda y cada escena dice mucho de quien es Randy the Ram, que es lo que quiere y lo que no quiere. Lo que necesita pero tambien, lo que no hace o deja de hacer. Lo que debe de hacer y lo que a final de cuentas hace.

El personaje de Randy the Ram en The Wrestler, me recuerda a muchos personajes que de alguna manera u otra he conocido, algunos de estos personajes ya no están en este mundo, otros sigue este mismo camino autodestructivo. Tal vez por eso es que me gusto tanto esta historia. Seguramente se convertirá en un clásico.