Live and Become

Dirige Radu Mihaileanu.
Live and Become es una película cautivadora, que llamó mi atención por la calidad humana de la historia. Protagonizada por Yael Abecussis en el papel de Scholomo, Live and Become cuenta la odisea un niño que es forzado a vivir una vida que no la suya para poder vivir y llegar a ser alguien.
La odisea de Schlomo comienza en África. Es 1984 y el hambre que ataca en 26 países moviliza a la gente a buscar refugios en Sudan. Es entonces cuando el proyecto Operación Moisés orquestado por Israel y los Estados Unidos es puesto en marcha para rescatar a los judíos etiopienses (falashas) y llevarlos a Israel. Una fatídica noche de rescate, a una madre se le muere su hijo de 11 años, mientras que otra madre que ya ha perdido varios, presiona a su propio hijo a que se vaya con ella. La escena es realmente triste, casi cruel, pero necesaria. Así, el niño parte con el corazón destrozado hacia Israel. Pero la mujer que lo lleva enferma gravemente, días después mujer muere. Heredándole nombre, familia y religión que no es la suya; con un secreto que lo carcome y lo tortura pensando en su madre que ha dejado atrás, literalmente muriéndose de hambre.
El niño es adoptado por una familia francesa sefardita de Tel-Aviv. Ahí Schlomo crecerá integrándose a las dinámicas de una familia tradicional, la cultura occidental, el judaísmo, el racismo en su escuela, en pocas palabras, una auténtica torre de babel humana. Sin embargo, nunca olvida a su madre, la verdadera, la que se quedó atrás. Secretamente sueña con volverla a ver. Los días y los años pasan, pero él no pierde las esperanzas.
Esta película ha circulado con gran éxito en los festivales de cine de Berlín, Toronto y por citar algunos cuantos festivales de la larga lista. Se estrena en el Vancouver Jewish Film Festival, donde también se presenta por única ocasión Whisky (2004) película hablada en español de Uruguay, coproducida con la ayuda España, Alemania y Argentina.